La estructura física de las escuelas, por lo general están pensadas para que los maestros “dicten” la lección y el alumnado haga uso del material impreso. Sin embargo, lo que interesa es favorecer la integración de los recursos tecnológicos a las prácticas pedagógicas; por esta razón, el centro de preocupación debiera ser el análisis de los recursos disponibles en relación con la actividad del maestro en la enseñanza.
El uso de los recursos incorporados a las buenas prácticas de enseñanza, puede tener un buen potencial para mejorar la comprensión de conceptos; para desarrollar capacidades y habilidades.
La integración de recursos tecnológicos al currículo escolar es un proceso gradual que se vincula con varios factores:
los recursos tecnológicos propiamente dichos;
la disponibilidad y correcta utilización de los contenidos digitales apropiados;
la propuesta pedagógica;
la competencia tecnológica de los educadores;
el apoyo administrativo y técnico que ofrece la institución educativa.
¿Cómo clasificar los recursos?
Existen varios criterios de clasificación. Si consideramos la clasificación de los materiales según el soporte que realiza la OEI en el documento del Congreso Iberoamericano de Educación de 1985, diremos que resultan las siguientes categorías:
los pequeños medios audiovisuales (aquí se incluyen los tecnológicos como retroproyector y los no tecnológicos, por ejemplo, las láminas y el pizarrón entre otros);
los materiales impresos;
la radio, la TV abierta como videodiscos, videograbaciones, películas;
la computadora, sitios de Internet, CD-ROM, programas de computación, etcétera.
¿Qué función cumplen en la enseñanza?
Los recursos son facilitadores de la comunicación en relación con el aprendizaje. Inciden en este proceso y pueden afectarlo positiva o negativamente. Suponer que el uso de este tipo de recursos mejora la calidad de los aprendizajes implica una visión tecnocrática de la educación; todo dependerá del criterio utilizado tanto en la selección de los recursos como en su uso.
Algunas de las funciones específicas de los recursos tecnológicos son:
Dinamizar la enseñanza.
Poner al alumno en contacto con realidades y producciones lejanas en tiempo y espacio.
Mostrar diferentes formas de representar la realidad.
Vincular a los alumnos con diversos lenguajes expresivos y comunicativos que circulan socialmente.
Favorecer el acceso a distintos grados de información estructurada.
Propiciar diferentes herramientas para la indagación, producción y sistematización de la información.
En cuanto a los recursos tecnológicos audiovisuales, de más reciente incorporación en la escuela, se reconocen las siguientes funciones:
Motivadora: porque generalmente capta el interés de los alumnos.
Catalizadora: en tanto permite investigar y construir la realidad partiendo de una experiencia didáctica.
Informativa:porque presenta un discurso específico sobre conceptos, procedimientos y destrezas.
Redundante: en la medida en que ilustra un contenido expresado con otro medio.
De comprobación: porque permite verificar una idea, un proceso u operación.
Sugestiva: por el impacto visual que produce.
Sin embargo, los estudios de campo dan cuenta de que la reiteración de las propuestas genera la pérdida de interés que se basó solamente en la novedad.
El apoyo de la enseñanza en las tecnologías debe constituirse en herramientas para la construcción de conocimiento. Es decir, para que los estudiantes aprendan con ellas.
Es importante que el maestro explore las posibilidades que ofrecen estos recursos porque a partir de ello estará en condiciones de determinar cuál es el uso didáctico que puede darles. Los recursos son un apoyo para la situación de enseñanza. Solo en la medida en que el maestro interactúe con ellos estará en condiciones de determinar cuáles son las habilidades cognitivas que se ponen en juego y después podrá decidir cuál es el recurso más funcional para los fines didácticos que persigue.
Un problema advertido y planteado por la mayoría de los maestros es el interés (o mejor dicho, el desinterés) por parte de los alumnos, que les permita generar procesos de comprensión.
Muchas veces, como respuesta a esta necesidad se implementan en el aula recursos tecnológicos de manera indiscriminada. Su utilización está más enraizada en los mitos construidos y en la novedad que ellos ofrecen que en cuestiones didácticas.
Lo realmente valioso del uso de recursos tecnológicos no es el recurso en sí mismo sino el hecho de que se conviertan en mediadores para generar nuevas propuestas, capaces de despertar el interés y promover la comprensión.La tecnología puede ser un medio para esta intencionalidad en la medida que permita el desarrollo de experiencias creativas, autónomas, valiosas, significativas en torno a los contenidos de enseñanza.
El uso pertinente de los recursos significa desarrollar modos de enseñanza que les permita a los alumnos reconocer problemas, establecer relaciones entre los conceptos nuevos y los conceptos viejos, relación entre lo que se aprende en la escuela y en la vida cotidiana.
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